...para empezar bien la semana. Disfrutad de este vídeo que he encontrado.
Un grupo de auténticos personajes se dedican a "surfear" las inundadas calles de su ciudad, en el estado de Nueva Jersey. El vídeo fue filmado con la Gopro, de la que ya os he hablado y que es una cámara que no dejará nunca de impresionarme.
Esta semana se ha celebrado el evento de olas grandes Quiksilver en Memoria de Eddie Aikau. No sé vosotros, pero yo la verdad no sabía nada de esto hasta el jueves de esta semana, que ha sido cuando WSL y Surfline han comenzado a publicar previsiones y surf reports para este evento, ya que solo se puede celebrar en unas determinadas condiciones.
Me he estado informando un poco acerca del evento en sí, de su razón de ser, y de todo lo que ha pasado en esta edición (he disfrutado de él a través de la página que tenéis enlazada en este blog, la de la World Surf League). Os cuento un poco de qué va esto:
El Quicksilver en memoria de Eddie Aikau es un torneo del circuito profesional de surf de olas grandes que tiene lugar en Waimea Bay, Oahu, Hawaii. Es un evento al que solo se puede acceder por invitación, y no se celebra todos los años, solo cuando las condiciones lo permiten (solamente se ha celebrado 9 veces en los últimos 31 años). Lo que sí que se hace todos los años es la ceremonia inaugural del evento, por si acaso finalmente tiene lugar ese año. En la ceremonia inaugural, llamada "Blessing of Eddie Aikau", participan los 28 surfistas invitados, y se celebra el primer jueves de Diciembre de cada año. En ella, los participantes reman en sus tablas, formando un círculo y, gritando el nombre de Eddie Aikau, lanzan sus collares de flores al centro del círculo. Parece un simple acto, pero para los hawaiianos y su cultura es un importante homenaje a una personalidad importante del mundo del surf. Quizás ahora os estaréis preguntando quién será este tío. Un poco de paciencia, amigos...
A partir del homenaje, se pone en espera a los 28 surfistas, que serán llamados hasta un plazo máximo de principios de Marzo (entre Diciembre y Marzo las tormentas de invierno del Pacífico provocan la energía necesaria para que grandes olas lleguen a Hawaii) para el evento si las condiciones lo permiten. Si no, en Diciembre se celebrará de nuevo la ceremonia inaugural de todos los años y se elegirá de nuevo a 28 profesionales, que estarán a la espera de una llamada oficial entre Diciembre y Marzo (la llamada "ventana de competición" de este evento), y así sucesivamente. Tras el aviso, disponen de 12 horas para llegar a Waimea Bay y participar en el evento.
El requisito indispensable que hay para que tenga lugar es que el swell de la bahía alcance los 20 pies (unos 6 o 7 metros), lo que se trasladaría en olas de entre 9 y 12 metros de alto.Esto no sucede ni por asomo todos los años. Además de esto, las condiciones meteorológicas han de ser las adecuadas.
Una vez que se dan estos requisitos, como ha ocurrido este año, los participantes son avisados y el evento dura un día. Este año, apesar de que se dio luz verde el 10 de Febrero, finalmente las condiciones no fueron las esperadas y fue cancelado y pospuesto hasta hace 3 días. En el día de competición, la llamada al agua se realiza en torno a las 8 de la mañana y se da por finalizado el evento bien entrada la tarde. El formato de competición tiene dos rondas, con un máximo de ocho olas cada una de ellas. Las cuatro mejores de cada surfista cuentan para la puntuación final, teniendo cada una un valor máximo de 100 puntos dependiendo del tamaño de la ola, el riesgo, la calidad de bajada realizada por el participante y lo bien o mal que se haya surfeado esa ola.
Como su nombre indica, este torneo está dedicado a la memoria de Eddie Aikau. Eddie fue el primer socorrista profesional de Waimea Bay, en North Shore Oahu, y al mismo tiempo era conocido por su reputación de gran surfista, experimentando los mayores swells de la historia de Hawaii en la década de los 70 y participando en competiciones junto a los mejores del mundo.
Nunca se perdió una vida bajo su vigilancia, y eso que no era difícil que alguien muriese todos los años bajo aquellas moles de toneladas y toneladas de agua cayendo con una fuerza sobrenatural. Fue un gran defensor de la naturaleza y del pueblo y cultura hawaiianos. Eddie falleció de forma heroica durante una expedición hecha en 1978 entre Hawaii y Tahití,para revalorizar algunos vestigios y tradiciones de la cultura de su tierra. Ante el inminente hundimiento de la nave en la que viajaba la expedición, pues estaba entrando mucha agua, Eddie, acostumbrado a situaciones difíciles en alta mar, se ofreció para ir a buscar ayuda a la aparentemente cercana isla de Molokai, transportado por su tabla de surf.
Horas después de su partida, los náufragos fueron rescatados por la Marina de los Estados Unidos, pero nunca se supo de Eddie y las dos personas que lo acompañaron. La búsqueda de los cuerpos fue suspendida un mes más tarde, y Eddie y sus dos compañeros fueron homenajeados como héroes, a pesar de que sus familias no tuvieron nunca cuerpos a los que enterrar.
En la edición de este año, las olas han sido insuperables, las más grandes que se recuerdan de los últimos tiempos. John John Florence se ha llevado la victoria, superando al ganador del evento anterior, Ross Clarke-Jones. El hawaiiano se ha llevado 75.000 dólares, el mayor premio otorgado nunca en un campeonato de olas grandes.
El País Vasco es sin lugar a dudas uno de los mejores lugares para el surf en nuestro país, sino el mejor. Entre sus múltiples playas de fuerte oleaje, nos encontramos con un extensa zona llamada Urdaibai, una reserva natural de 220 km cuadrados de extensión donde la fauna y flora son de especial interés, así como sus dunas de arena y los entrantes de ría que forma aquí la mar. Es en esta zona donde se encuentra la conocida ola de Mundaka, considerada como una de las 10 mejores olas de izquierdas del mundo y la mejor, sin duda alguna, del ámbito europeo.
La perfección de esta ola se debe a sus fondos; una consistente barra de arena, muy protegida, que ofrece, en condiciones específicas, olas largas y tubulares que pueden alcanzar los 5 metros de altura. Las mejores condiciones para que se dé esta maravillosa ola son cuando la marea está bajando, con swell NW y viento sur.
Su perfección y belleza ha atraído en los últimos 30 años a surfistas de todo el mundo. De hecho, el WSL World Tour tuvo uno de sus 12 eventos profesionales anuales en Mundaka. Era el Billabong Pro Mundaka, novena prueba de la temporada, que se celebró durante 8 años en esta localidad vasca durante el mes de octubre. Kelly Slater, Andy Irons y compañía venían entusiasmados a competir al País Vasco, a surfear una de las olas más competitivas del circuito. Pero en 2003, pasó algo que cambiaría por completo la historia de la ola de Mundaka y de este evento, como consecuencia.
Hobgood.
En ese año, a alguna mente poco brillante y poco considerada con la naturaleza y con el mundo del surf, se le ocurrió la idea de que quizá se podía extraer arena del fondo marino donde rompía la extensa ola para depositarla en la playa de Laida. El objetivo de todo esto era que los negocios locales tuviesen más espacio en esta playa. Así que se procedió a la extracciónde casi 300.000 metros cúbicos de arena de la ría de Hugo, en la zona de Urdaibai, lo que provocó que las características de la ola se transformasen por completo. El tubo de 400 metros que formaba menguó hasta los 40, llegando a desaparecer. Un descenso en picado condujo a la consecuencia que, lamentablemente, todos veían venir: que la WSL suspendiera el evento de 2005.
La arena fue depositada en la playa de Laida, hasta donde llegaba la ola poco tiempo atrás, y terminó de cambiar la fisionomía del fondo marino (lo que alteró el curso natural de la ría) y el fluir de las corrientes. Es lógico que, si alteramos el fondo marino, también se verá alterada la trayectoria y el fluir de las corrientes, lo que acabará afectando sí o sí a las olas que en esa zona se formen. Cae de cajón. Es como si en un terreno de fútbol elevamos el suelo tan sólo del medio campo y esperamos que la pelota ruede de la misma forma en la que lo hacía antes. No lo hará, ya que las condiciones de su medio se han alterado. Esta auténtica CHAPUZA de dragado afortunadamente se pudo arreglar. La naturaleza puso de su parte y se adaptó rápido a las nuevas condiciones, aunque la ola nunca ha vuelto a ser la misma. También, al ser evidente el mal que se había causado a la comunidad con este desperfecto, se intentó arreglar artificialmente, bombeando arena de nuevo al fondo de la rompiente y tratando de recuperar las legendarias condiciones de la ola. Esto bastó para que la competición profesional volviera al año siguiente.
Pero las características de la ola, aunque casi perfectas, nunca volvieron a ser las mismas. Esto, unido al hecho de que no todos los días que se celebraba el evento había condiciones perfectas para el surf (debido a que la ola de Mundaka, en su máximo esplendor, solo se manifiesta en unas condiciones determinadas, por ejemplo cuando la marea está bajando, que si no se cumplen hacen descender la calidad de la ola notablemente) y este se tenía que transladar a playas cercanas, provocó que la WSL decidiera en 2010 no incluir a Mundaka entre los eventos profesionales del World Tour.
A pesar de esto, hoy es, sin duda, la mejor ola que tenemos en España. Numerosos surfistas expertos se dan cita diariamente cuando las condiciones lo permiten para disfrutar al máximo su longitud, fuerza y altura.Debemos aprender de los errores que cometimos en el pasado para que no vuelvan a suceder: no podemos alterar la naturaleza a nuestro antojo, pues esto provocará cambios inesperados. Aplicándolo al surf, las olas de gran calidad tienen esa calidad debido a unas condiciones del fondo marino y las corrientes determinadas. Si las alteramos, adiós a las buenas olas.
La
playa de A Lanzada es una de las mejores de Galicia para el surf, debido a sus
condiciones. Tiene una ola bastante larga, debido a la gran longitud de la
playa (2,4 km), y mantiene un oleaje aceptable durante casi todo el año, siendo
finales de invierno-principios de primavera la mejor temporada para ir a la
Lanzada. La marea perfecta es cuando se encuentra bajando. Se encuentra en un
espacio protegido en el municipio de O Grove, en la provincia de Pontevedra,
Galicia. La propia playa es un accidente geográfico, forma un istmo. Está
rodeada de dunas de arena entre las que discurre un paseo de madera. Se
subdivide divide en 3 zonas principales: la izquierda de la playa, parte que
pertenece a Sanxenxo, el Aeropuerto o la curva, la parte central, y Sanatorio o Cantalapiedra, en
la zona derecha de la playa. Es una playa expuesta, con fondo de arena y con
una resaca consistente.
La mejor dirección del viento para el surf es con viento offshore noroeste, y con swell suroeste, siendo este el ángulo óptimo para que las olas lleguen a la playa haciendo así perfectas las condiciones para el surf. Hay rompientes tanto de derechas como de izquierdas, con especial mención a una rompiente de izquierdas situada en la curva de la playa, zona privilegiada para el surf.
Debido a su situación geográfica en la costa de Galicia, es normal que el surf sea impracticable durante algunos días de otoño e invierno, ya que los temporales son asiduos en la costa gallega y provocan un colosal mar de fondo que hace que rompan olas de hasta 5 metros con una furia descomunal. Esto puede hace extremadamente peligrosa la práctica del surf.
Dispone de dos enormes aparcamientos para el acceso, y en verano también cuenta con servicio de socorrismo, bandera azul y varios chiringuitos y restaurantes repartidos a lo largo de la playa. Hay además tres escuelas de surf.
A Lanzada ha sido testigo de numerosos campeonatos locales, autonómicos y nacionales.
¡Buenas tardes a todos! Hoy os voy a hablar sobre una de las maniobras fundamentales en surf, el pato.
Como todo en esta vida, este deporte no es perfecto, y también tiene sus incomodidades. Una de ellas, sin duda, es tener que remontar. Tras haber remado como un animal para coger esa ola que tanto esperabas, "la buena", "la de atrás", te encuentras con que, al acabar de surfearla, tienes que volver otra vez allá arriba, al line up. Y no es fácil, pues si el mar está revuelto necesitas mucha energía para remar en contra de las olas y conseguir llegar a donde tú quieres, donde las olas rompen y podrás cogerlas.
Lo que más desgasta al remontar es el hecho de tener que ir "luchando" con cada ola que venga. Como sabréis, puede ser desesperante si son de gran tamaño y potencia. Supongo que muchos de vosotros, al igual que yo, habéis desistido alguna vez y vuelto a la orilla destrozados, habiendo tragado tanta agua salada que no hacéis más que escupir. Es una gran sensación de impotencia, como si el mar no nos dejase avanzar, como si no quisiese que cojamos "sus" olas.
Cuando vemos una ola llegar de frente que aún no ha roto, lo primero que tenemos que hacer es remar con fuerza y decisión, para intentar pasar la ola por encima sin que esta rompa. Si reculamos, tened por seguro que nos romperá encima (lo que tampoco es ninguna tragedia, se traga un poco de agua y se continúa, pero es mejor evitarlo porque perdemos tiempo y energía).Cuando estamos remando fuerte y a pesar de ello vemos que no llegaremos a tiempo y nos romperá encima, es el momento para usar alguna maniobra que conozcamos para evitar que la ola nos rompa con violencia y nos haga volver más atrás de lo que estábamos, es decir, perder metros.
Una de ellas es el pato. Se puede utilizar para remontar olas de cualquier tamaño, aunque es más cómodo con las grandes (con una ola pequeña, podemos simplemente hacer fuerza para levantar el nose o, en caso de que sea un poco más grande, hacer la tradicional "tortuga" -darle la vuelta a la tabla para que la ola pase sobre ella). Pasos para realizar correctamente esta maniobra:
Remamos fuerte para coger velocidad, hasta una distancia de dos o tres metros de la ola.
Con ambas manos, agarramos los lados del nose y levantamos un poco el pecho.
A continuación, empujamos con fuerza el nose hacia abajo con nuestras manos, para hundir así la punta de la tabla.
Casi a la vez que hundimos el nose, hacemos fuerza con el pie trasero, empujando la cola de la tabla hacia abajo.
Nos agarramos con fuerza a la tabla. Si todo ha ido bien hemos alcanzado la profundidad suficiente para pasar por debajo de las cámaras de aire que se encuentran en la parte baja de la ola, sin que esta nos arrastre.
Cuando notemos que la ola ya ha pasado por encima nuestra, empujamos con la rodilla la cola de la tabla para volver a la superficie y continuar la remontada.